Inventé mil palabras para quererte
anudé mi realidad para dibujarte,
aquí estoy ahora llena de palabras errantesY un bosquejo que se marchita en mi ventana
“Has bebido todo el manantial,
fracturando el cauce con el progreso del riesgo, con el rumor de las
pretensiones...
No quedara nada para cuando vuelvas de esas tierras
lejanas, donde llegabas deprisa, envolviendo anillos, ligeras pasiones.
El agua arrebatada, será señuelo para intrépidos
que buscan un tesoro o para ingenuos que
buscan semilla.
Vendrán ocurrentes lluvias ,colmarán el laberinto
impregnado de sequía.
Acusaré aves
y barcas nuevas para olvidar el trajín dejado, mas no quisiera que vuelvas,
cuando todo este restaurado y los helechos hayan adornado las orillas.
Espero
sientas el lamento en este alcance de savia depredada.
Quédate con tus viajes y las perlas prometidas.
Este brazo
muerto cristalino, divaga esperanzas para mañana fecundar otro arco iris, con
lágrimas risueñas que ven ahora un trigal maduro en un designio que esta a la
mano.
No quiero deberte la partida, para cuando seas un
peregrino enmarañado, ni para cuando intentes entonar esa melodía nuestra, ni
para cuando quieras tocar de nuevo la puerta a este germen que olvidaste.
Vete Águila silente, espera dar luz a tus
sentimientos, yo me quedare aquí junto al charco mustio diseñando la brújula de
lo que viene..."
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